Este texto refleja el viaje de los tres años de carrera que pasaron mis compañeras en la universidad, fue parte del texto que leyeron en su acto de graduación y hoy quieren compartirlo con toda su esencia.Gracias chicas.El camino termina y comienza aquí:
Hoy es un día especial par
a todos nosotros, hoy hemos cumplido una parte de nuestros sueños. Hemos compartido, vivido, reído, llorado, amado, cada uno de los días que hemos permanecido en nuestra universidad.
Todo esto es el fruto de nada más y nada menos que tres años, en los que cada día hemos luchado por nuestro futuro, y hoy esa lucha apenas comienza; porque dejamos de ser alumnas y alumnos para convertirnos en maestros y educadores, y así aportar nuestro granito de arena en la sociedad.
Comenzamos en primero sin saber como sería, pero teniendo claro que era lo que queríamos, estudiamos asignaturas que no entendíamos ni habíamos dado nunca. Llegamos a segundo persiguiendo un mismo sueño, convertir algún día este mundo en algo un poco mejor, paso rápido para algunos, lento para otros, pero llegamos a tercero y hoy aquí, a que todos nuestros familiares, amigos, profesores, y personas que nos aman, estén con nosotros, sentados, viviendo también nuestro sueño.
Las asignaturas y exámenes las hemos aprobado nosotros, no ha sido fácil, pero tampoco imposible, al resto, nos habéis ayudado vosotros, estando siempre con nosotros y apoyándonos.
El camino que nos queda a partir de ahora no es más fácil que lo que llevamos recorrido, ahora dejamos de trabajar y aprender con libros, para continuar aprendiendo y enseñando con personas, no ordenadores que en cualquier momento y en una equivocación podemos formatear, sino con seres humanos a los que nuestras equivocaciones influirán el resto de su vida, por eso, necesitamos aun más de vosotros ahora.
Gracias por acompañarnos, aconsejarnos, reñirnos, enseñarnos, en definitiva, gracias por amarnos y apoyarnos para convertirnos en mejores personas.
Nos habéis enseñado que no se puede cambiar el mundo con un granito de arena, pero si con montañas de ella, y eso pretendemos hacer, salir de aquí uniendo nuestras fuerzas para que el mundo no este lleno de corazones desiertos.
No es un día para reivindicar lo injusto que es el mundo, ni para pensar en lo que no hay, sino para buscar la manera de que lo haya.
Si nosotros pudiéramos echar a correr cada vez que vemos una injusticia, sería sencillo, pero no nos sentiríamos personas.
Si diéramos la espalda al maltrato y corriéramos a refugiarnos en nuestra ignorancia, sería aun más fácil, pues nuestro mundo estaría tan vacío que ni sentimientos tendríamos.
Si fuéramos capaces de ser egocéntricos y pensar únicamente en nuestro bien, seríamos entonces capaces de mirar hacia otro lado.
Pero, somos el futuro, nos gusta el deber, la responsabilidad, la sensación de vida que corre por nuestras venas cuando vemos su sonrisa, cuando dicen sus primeras palabras o escriben sus primeras letras, a lo mejor, con el primer lápiz o bolígrafo que nosotros les tendemos, tal vez, con lo más simple, o con lo más complejo y con lo que otros consiguen desde pequeños.
Nos sentimos vivos, cuando compartimos con pequeños y mayores, sus angustias y problemas, tan difíciles a veces de encontrarles solución cuando uno esta solo, pero que se vuelven más fáciles cuando se comparten con personas especializadas en buscar la manera de resolverlos.
Si fuéramos capaces de ignorar que el mundo es cruel e injusto, que amamos la vida y la sensación de libertad enseñando y ayudando a los demás y como no, aprendiendo de ellos, que sus fracasos y logros son también nuestros, y que cada ser es único e irrepetible…
Si pudiéramos ignorar eso… entonces no tendría sentido que estudiáramos estas carreras, pues el mundo no se podría cambiar.
Pero como creemos en cada una de las cosas que no podemos ignorar, como luchamos por cada una de esas personas que llenan nuestra vida y nuestra alma, como amamos nuestro trabajo y no como trabajo, sino como vocación, como moral de vida, y porque no decirlo, como devoción, entonces no podemos ignorar, que nos sentimos maestros y educadores…
Tenemos que dar gracias también a los compañeros, que se han alegrado de cada uno de nuestros éxitos, que han llorado con cada uno de nuestros fracasos, que han luchado por sacar trabajos de grupo adelante y nos han dado ideas para los individuales.
Mirando a un lado y al otro, están nuestros compañeros, de los que siempre hemos estado rodeados, con los que hemos amenizado las clases, sacando a discusión debates y compartiendo exposiciones, estando junto a ellos tres años maravillosos de nuestras vidas, en los que el sueño individual de cada uno no se hubiera echo posible sino lo hubiéramos compartido grupalmente.
Nos llevamos muy buenos amigos, y también compañeros, nada termina aquí, sino que el camino comienza ahora junto a ellos, dentro de unos años, podremos compartir experiencias, vivencias y anécdotas, echando de menos nuestros años de estudiantes.
Pero desde ahora, nos convertimos en una parte importante del mundo, somos maestros, y debemos luchar porque todo sea un poco mejor, uniendo nuestros conocimientos, buscando un mismo objetivo y un mismo fín, encontrar el bien de los demás.
Hagamos entonces, que este mundo sea… “ESPECIALMENTE DIFERENTE”.
a todos nosotros, hoy hemos cumplido una parte de nuestros sueños. Hemos compartido, vivido, reído, llorado, amado, cada uno de los días que hemos permanecido en nuestra universidad.Todo esto es el fruto de nada más y nada menos que tres años, en los que cada día hemos luchado por nuestro futuro, y hoy esa lucha apenas comienza; porque dejamos de ser alumnas y alumnos para convertirnos en maestros y educadores, y así aportar nuestro granito de arena en la sociedad.
Comenzamos en primero sin saber como sería, pero teniendo claro que era lo que queríamos, estudiamos asignaturas que no entendíamos ni habíamos dado nunca. Llegamos a segundo persiguiendo un mismo sueño, convertir algún día este mundo en algo un poco mejor, paso rápido para algunos, lento para otros, pero llegamos a tercero y hoy aquí, a que todos nuestros familiares, amigos, profesores, y personas que nos aman, estén con nosotros, sentados, viviendo también nuestro sueño.
Las asignaturas y exámenes las hemos aprobado nosotros, no ha sido fácil, pero tampoco imposible, al resto, nos habéis ayudado vosotros, estando siempre con nosotros y apoyándonos.
El camino que nos queda a partir de ahora no es más fácil que lo que llevamos recorrido, ahora dejamos de trabajar y aprender con libros, para continuar aprendiendo y enseñando con personas, no ordenadores que en cualquier momento y en una equivocación podemos formatear, sino con seres humanos a los que nuestras equivocaciones influirán el resto de su vida, por eso, necesitamos aun más de vosotros ahora.
Gracias por acompañarnos, aconsejarnos, reñirnos, enseñarnos, en definitiva, gracias por amarnos y apoyarnos para convertirnos en mejores personas.
Nos habéis enseñado que no se puede cambiar el mundo con un granito de arena, pero si con montañas de ella, y eso pretendemos hacer, salir de aquí uniendo nuestras fuerzas para que el mundo no este lleno de corazones desiertos.
No es un día para reivindicar lo injusto que es el mundo, ni para pensar en lo que no hay, sino para buscar la manera de que lo haya.
Si nosotros pudiéramos echar a correr cada vez que vemos una injusticia, sería sencillo, pero no nos sentiríamos personas.
Si diéramos la espalda al maltrato y corriéramos a refugiarnos en nuestra ignorancia, sería aun más fácil, pues nuestro mundo estaría tan vacío que ni sentimientos tendríamos.
Si fuéramos capaces de ser egocéntricos y pensar únicamente en nuestro bien, seríamos entonces capaces de mirar hacia otro lado.
Pero, somos el futuro, nos gusta el deber, la responsabilidad, la sensación de vida que corre por nuestras venas cuando vemos su sonrisa, cuando dicen sus primeras palabras o escriben sus primeras letras, a lo mejor, con el primer lápiz o bolígrafo que nosotros les tendemos, tal vez, con lo más simple, o con lo más complejo y con lo que otros consiguen desde pequeños.
Nos sentimos vivos, cuando compartimos con pequeños y mayores, sus angustias y problemas, tan difíciles a veces de encontrarles solución cuando uno esta solo, pero que se vuelven más fáciles cuando se comparten con personas especializadas en buscar la manera de resolverlos.
Si fuéramos capaces de ignorar que el mundo es cruel e injusto, que amamos la vida y la sensación de libertad enseñando y ayudando a los demás y como no, aprendiendo de ellos, que sus fracasos y logros son también nuestros, y que cada ser es único e irrepetible…
Si pudiéramos ignorar eso… entonces no tendría sentido que estudiáramos estas carreras, pues el mundo no se podría cambiar.
Pero como creemos en cada una de las cosas que no podemos ignorar, como luchamos por cada una de esas personas que llenan nuestra vida y nuestra alma, como amamos nuestro trabajo y no como trabajo, sino como vocación, como moral de vida, y porque no decirlo, como devoción, entonces no podemos ignorar, que nos sentimos maestros y educadores…
Tenemos que dar gracias también a los compañeros, que se han alegrado de cada uno de nuestros éxitos, que han llorado con cada uno de nuestros fracasos, que han luchado por sacar trabajos de grupo adelante y nos han dado ideas para los individuales.
Mirando a un lado y al otro, están nuestros compañeros, de los que siempre hemos estado rodeados, con los que hemos amenizado las clases, sacando a discusión debates y compartiendo exposiciones, estando junto a ellos tres años maravillosos de nuestras vidas, en los que el sueño individual de cada uno no se hubiera echo posible sino lo hubiéramos compartido grupalmente.
Nos llevamos muy buenos amigos, y también compañeros, nada termina aquí, sino que el camino comienza ahora junto a ellos, dentro de unos años, podremos compartir experiencias, vivencias y anécdotas, echando de menos nuestros años de estudiantes.
Pero desde ahora, nos convertimos en una parte importante del mundo, somos maestros, y debemos luchar porque todo sea un poco mejor, uniendo nuestros conocimientos, buscando un mismo objetivo y un mismo fín, encontrar el bien de los demás.
Hagamos entonces, que este mundo sea… “ESPECIALMENTE DIFERENTE”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario