sábado, 19 de diciembre de 2009

Los sueños tienen que hacerse realidad

Todos tenemos sueños, ilusiones, razones, motivos…; en realidad creo que es el motor del porqué hacemos las cosas, muchas veces es la razón que nos levanta cada mañana. Algunos llegan a cumplirlos, otros los dejan de lado y otros los perseguimos constante e insistentemente pero en muchas ocasiones no sabemos ni podemos llegar a ellos; es muy difícil, a veces falta fuerza, a veces no es el momento, a veces caen en el olvido, a veces son inalcanzables. Creo que los sueños son como una escalera, para subir al final hay que ir peldaño a peldaño; pasito a pasito.
Insistencia, perseverancia y constancia son fundamentales para conseguir nuestras metas y nuestros pequeños resultados; pues es una carrera de fondo y no de velocidad. La vida me ha enseñado y sigue enseñándome que hay que luchar y hay que perseguir lo que queremos con mucha convicción para que el sueño sea tuyo.
Ángela hoy nos acerca uno de sus sueños, un hechizo de luz, sobrecogedor, asombroso, desbordante, caprichoso, un espectáculo fascinante, distinto, único, irrepetible: contemplar una aurora boreal. Sé que te encantaría poderlo cumplir alguna vez en esta vida, aunque quedan un pelín lejos las zonas en las que se ve tal espectáculo; pero fíjate, una abuela en 1920 en el norte de Palencia también cumplió el mismo sueño. Los sueños, en muchas ocasiones están delante de nosotros, en nuestra punta de la nariz y pueden y tienen que hacerse realidad.

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