ARGENTINA OTRA DIMENSIÓN(4)

5ª Etapa:Estancia en Chiloé.

Kaixo

“Este día salió soleado y pudimos disfrutar de cuantas maravillas nos mostraba el viaje.
Yo personalmente pude realizar junto con un guía un paseo a caballo por un amplio territorio que era un verdadero paraíso en cuanto a fauna. En las fotos muestro unas Alpacas y llamas, pero vi, ciervos, vacas, cabras, ovejas, caballos, toros de engorde, y toda la fauna avícola existente en la zona.
Continuando con esta parte del viaje nos sorprendieron los volcanes Osorno, Puntiagudo, Calbuco y el Tornador desde la vertiente Chilena.
En Chiloé hemos cumplido el objetivo de entregar la documentación sobre sus familiares provenientes de Apozaga a Ernesto y conocernos si cabe más en un paseo por la isla. Tenemos un amigo mas.”
El Archipiélago de Chiloé es una provincia de Chile, cuya capital es Puerto Montt, y está formado por la isla grande de Chiloé, de 180 km. de largo, y 40 islas menores, con un total de 150.000 habitantes. El gobernador de Chile, Rodrigo de Quiroga, de origen gallego, llamó Nueva Galicia a la isla, y su capital, fundada en 1567, recibió el nombre de Santiago de Castro.

La orografía de Chiloé recuerda a Galicia, con verdes praderas, pequeñas poblaciones, puertos pesqueros, y una gastronomía basada en la patata, el pescado y el marisco.
Chiloé es completamente diferente del resto de Chile en cultura y tradiciones, y a ello ha contribuido su insularidad.
El Volcán Osorno es un imponente cono, de líneas suaves, que se levanta junto al Lago Llanquihue, cuyas transparentes aguas lo separan de la ciudad de Frutillar. Su imagen, omnipresente en el paisaje de la región, es visible desde la provincia de Osorno a Chiloé. Su inactividad volcánica se prolonga ya por más de un siglo.
En sus laderas existen refugios que, en invierno, permiten la práctica del esquí y los deportes blancos. En verano, al derretirse la nieve, reaparecen las fisuras volcánicas que le han dado fama de traicionero. En sus laderas agrietadas han desaparecido muchos montañistas y expedicionarios que, ante la sorpresiva irrupción de nubes bajaron prácticamente a ciegas, sin saber que la pendiente conduce a un nido de grietas.