sábado, 7 de noviembre de 2009

viaje al centro de la tierra

Hoy, en la clase de Ciencias de la Naturaleza, hemos viajado al centro de la tierra y hemos conocido su estructura, su composición y un mundo mágico que el padre de la ciencia ficción moderna (Julio Verne) imaginó que existia allí. Una de las actividades para este tema era redactar e inventar una pequeña historia o cuento de más de 20 líneas en la que:
Ø Hubiese un viaje al interior de la tierra: entrada, permanencia y salida.
Ø Se describiese cómo es el interior de la tierra y fuese lo más científica y real posible.

Phoebis Miguel de 1ºD os acerca su viaje al centro de la tierra.
Había una vez un científico muy obsesionado con el centro de la tierra, siempre decía que se podía ir al centro de la tierra. Una vez como un día cualquiera se despertó por que llegaba tarde a su trabajo. Con tantas prisas se tropezó y cayó al suelo golpeándose con el pico de la mesa en la cabeza. Cuando recuperó el conocimiento se le ocurrió como entrar al centro de la tierra. Dijo que no hacía falta ir en volcanes ni nada de eso si no entrando en cuevas. Preparó la mochila de explorador y se fué a unas de las cuevas más subterraneas en Siberia. Se coló en una cueva y fué bajando poco a poco, llegó a una zona de hielo que al minimo moviemiento se podría caer en pedazos. Cogió unas rocas muy valiosas para demostrar que estuvo en el centro de la tierra asi que cogió unas cuantas y se las metió en el bolsillo del pantalón. Intentó salir de ese hielo pero no pudo y cayó y cayó; estaba pensando que sería su fin. Según sus cálculos decía que estaría pasando a toda velocidad por el manto. Tuvo la suerte que cayó en una especie de cascada y pudo salvarse. Se encontró con unos pájaros brillantes, los pájaros le llevaron al centro de la tierra, encontró lo que quería ¿podrá salir de nuevo a la supercifie?. Estaba lleno de setas gigantes, vegetación fuera de lo normal, dinosaurios y plantas carnívoras. Pensó que con algún volcán que entrara en erupción podría salir por la fuerza del agua y magma. Estaba buscando bastante agua, lo suficiente para que al cambio de temperatura saliera vapor y hasta salir a su supercifie. Encontró una especie de barca de piedra fué en busca de agua. La encontró pero estaba en unas piedras que le impedían el camino y el científico tendría que ser hábil por que el magma salía a toda velocidad. Cogió una vengala y la intentó estallar en las piedras. Lo consiguió por los pelos y salió a toda velocidad hasta llegar a la supercifie. De repente se encontró en el suelo, un poco confuso, todo fué un sueño. Pasaron cinco años desde el sueño aquel. Cogió unos pantalones que guardó hace mucho tiempo, del que le cayeron unas piedras bastante extrañas. Ahora lo recuerdaba, fueron las pruebas que cogió en su expedición. Entonces eso significaba que todo fué real.

María también quiere contaros su viaje
Un grupo de viejos amigos, quedaron para hacer una acampada y recordar sus buenos tiempos, cuando todos ellos aún estudiaban. El tiempo había pasado muy deprisa, y todos se habían convertido en unos famosos y distinguidos científicos.
Al hacerse de noche, vieron una pequeña gruta de la que caían piedras, curiosos entraron dentro y se quedaron atrapados. Al ver que no podían salir, siguieron su camino hacia dentro. Al cavo de cinco horas andando, se dieron cuenta que cada vez tenían más y más calor. Uno de los científicos, por las características de lo que les rodeaba, se dio cuenta de que se encontraban en el manto de la tierra.
Decidieron hacer una pausa y tomar unas fotos para enseñárselas a todos sus amigos y familiares. Descansaron alrededor de una hora y retomaron su camino en busca de la salida. Sin darse cuenta, se estaban adentrando cada vez más hacia el centro de la tierra. Pasaron muchas horas caminando y cada vez hacía más calor. Tomaron muestras de los nuevos materiales que se encontraban, casi todos en estado semi-líquido. Estaban a punto de atravesar el núcleo de la tierra, sin apenas darse cuenta. Tenían mareos y se sentían muy cansados debido al ardiente calor.
Decidieron no parar, ya que si permanecían mucho tiempo allí dentro, morirían deshidratados. Al cabo de unos días, empezaron a tener la sensación de frió, habían atravesado prácticamente la tierra. A punto de terminar de atravesar el manto, pensaban diferentes formas de salir a la corteza de la tierra. Uno decía que construyeran una barca y salieran por el cráter de algún volcán; otro opinaba que deberían excavar hacia arriba y trepar hasta la salida; otro opinaba que deberían de dar la vuelta y intentar quitar las piedras que les cerraron el paso y les llevaron a esta aventura...nada de esto fue necesario. Cuando discutían por ver cual de las opciones elegían, salieron a una cueva abandonada, habitada en algún momento por algún antepasado de la evolución.
Cada uno regresó a sus casa y contó su hazaña. Después de esta experiencia, decidieron reunirse cada año, el mismo día y en el mismo sitio en que empezó todo.

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